¿Qué te guía?
En primer lugar, la familia. Fui a la misma escuela de hostelería que mi madre y mi padre, en Sisteron. A ellos les debo mi vocación. Después, la sed de aprender de los chefs que han marcado mi camino durante mis diferentes trabajos, de los productores locales de agricultura sostenible que siguen abasteciéndome, de Instagram que ahora me aporta contactos e ideas... Y de la amabilidad, como la de la familia Sibuet, en su hotel de Val Thorens, junto al chef Mathieu Groshenry; la de otro chef, José Bailly, en Les Roches Rouge; la de los equipos aquí en Lourmarin. En todo momento hay pequeñas atenciones, sonrisas, escucha... Y luego, la autenticidad. Viniendo de un pueblecito de los Alpes de Alta Provenza, siempre he preferido el campo a la ciudad, la intimidad a la multitud, la sinceridad al brillo de las lentejuelas...
En primer lugar, la familia. Fui a la misma escuela de hostelería que mi madre y mi padre, en Sisteron. A ellos les debo mi vocación. Después, la sed de aprender de los chefs que han marcado mi camino durante mis diferentes trabajos, de los productores locales de agricultura sostenible que siguen abasteciéndome, de Instagram que ahora me aporta contactos e ideas... Y de la amabilidad, como la de la familia Sibuet, en su hotel de Val Thorens, junto al chef Mathieu Groshenry; la de otro chef, José Bailly, en Les Roches Rouge; la de los equipos aquí en Lourmarin. En todo momento hay pequeñas atenciones, sonrisas, escucha... Y luego, la autenticidad. Viniendo de un pueblecito de los Alpes de Alta Provenza, siempre he preferido el campo a la ciudad, la intimidad a la multitud, la sinceridad al brillo de las lentejuelas...